Pocas son las citas de obligado cumplimiento, siempre se dejan al albur de las obligaciones pero hay una en especial donde la condición es la que se impone a la obligación: el primer viernes de marzo. Para nosotros esta fecha tiene un significado especial ya que nos solemos congregar en torno al besapié de Jesús Nazareno de Valladolid y, según nuestros estatutos, dar rendida cuenta de productos ligados como lo es la sepia que con esmero se sirve en el bar pegado a la penitencial de la calle Jesús.
Para este año y permitiéndose la licencia de la no-cuaresma en esa primera tarde marza de viernes , la sociedad se reunió en el restaurante DOVER – CENTRO LEONÉS en Valladolid. Se extendió invitación a los amigos de Las Angustias que acudieron gustosos a la llamada. La cecina –perfectamente loncheada- fue el contrapunto a la severidad del pescado en estas fechas, cecina pata negra, hoja otoñal de sabores ahumados, mojama de la Legio VII. Simple ensalada previa para dar paso al BACALAO A LA LEONESA, arca de Noé de barro que contiene la flor y nata de este Restaurante. El barco de bacalao navega sobre olas enfurecidas de burbujeante aceite con espuma de huevo escalfado, de fondo, unas patatas panaderas hace el medio adecuado para ese pescado de interior. El bacalao al modo leonés, notable y pulcro como su catedral. El capitan de la travesía: clarete de Valderas, acompañándonos en todo el recorrido, al final, se llegó a buen puerto en forma de excelente y recio orujo blanco. No podría ser de otra manera. El producto, los albores de la Cuaresma y la grata compañía. Tridente fundamental de la jornada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario